Ella dormía y él despertaba en murmurante letanía
Sonreía sin parar de mirarla, obviando que no existía
Él se contenía de sus deseos. Ella soñaba que él la veía
Un día, ese mismo día, cuando amaneció
Ella se levantó, en su cama sólo arrugas miró
Y al intentar alisar las sábanas se frustró
Mientras supo que soñó que él a ella la soñó