lunes, 2 de junio de 2008

FELICIDAD


Entrado en las oscuras reflexiones de los más incapacitados para tales actos, despierto en mi silencio y les atribuyo las expectativas a mis ojos. De no saber como hacer que la lluvia pare, de no saber como hacer que el mar se calme, de no saber como hacer que te regreses, de no saber nada... Asombrado por tu elocuente descripción de la inmensa porquería que vive mi nación; robos, maltratos, asesinatos, violaciones, mutilaciones, contrabando, etc... Me siento enfermo por el calor que producen tus gritos de desesperación y me hundo con tu sufrimiento. Vuelvo entonces a mi siesta de media vida y te dejo a que elijas entre la supervivencia o la ceguez...


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